PASO 1
Forramos con papel de aluminio la base de un molde desmontable, redondo y pequeño.
PASO 2
Colocamos 2 gelatina neutra en remojo. Cuando esten blandas las disolvemos en un cazo a fuego lento con 3 cucharadas de agua y 10 mililitros de zumo de limón. A continuación montamos 250 gramos de nata y la dejamos en el frigorifico.
PASO 3
En un bol batimos la crema de las galletas que habiamos reservado junto con 200 gramos de quesos frescos de untar, 50 gramos de azúcar glas, 1 cucharadas de esencia de vainilla y 45 mililitros de leche. A continuación incorporamos 2 gelatina neutra y 250 gramos de nata montada.
PASO 4
Seguidamente vertemos la mezcla en el molde con la base de galletas y metemos en la nevera hasta que se solidifique, (3 o 4 horas aproximadamente).
PASO 5
Los otros 100 g de galletas sin crema los pulverizamos en la batidora y cubrimos la tarta con ellas una vez solidificada. Por último decoramos con 300 gramos de galletas oreo normales o minis.